Conciliación familiar y cuidado de mascotas

La conciliación familiar y el cuidado de mascotas está lejos de solventarse en el ambito laboral si ambos miembros de la familia tienen horarios incompatibles. Algunas empresas tienen guarderías para niños y/o mascotas pero en ambas siempre surgen los mismos problemas que acaban disminuyendo el rendimiento del trabajo.




¿Cómo se explica esto? Muy sencillo con la campana de Gauss. A medida que permitamos la entrada de mascotas o pequeños a nuestro ambito laboral, en el tiempo, es verdad que la productividad aumenta porque nos hace compañía pero hasta un cierto límite en la que se vuelve ya insostenible el cual empiezan a generarse una serie de conflictos laborales entre compañeros y directivos de empresa, disminuyendo así el rendimiento laboral y la productividad. Más adelante expondré los motivos.




Los motivos por el cual no se deberían permitir la entrada de mascotas a las empresas son los siguientes:

- Llevarlos todos los días a la oficina puede generar distracciones en el/los empleado/s o directivo/s puesto que tiene que estar pendiente del animal para que vaya a hacer sus necesidades o cansarlo para que esté tranquilo. Lo mejor es establecer y acordar una serie de días a media jornada para que nuestras mascotas no se cansen de estar allí. La ansiedad por separación podría aumentar si un día tenemos que dejarlos en casa... Eso hay que tenerlo en cuenta.




- Las posibles alergias por los pelos que podrían afectar algún compañero de trabajo o directivo o visitas. Pensaría antes en la salud de una persona antes que traerse a nuestra mascota.




- Acumulación de pelos sobretodo los de pelo largo en la que podrían acumularse en rincones insospechados y afectar al rendimiento de los equipos informáticos.

- Peleas entre perros. Si el perro no está socializado correctamente con otros perros u mascotas, podrían agredirse entre ellos o matarlo. Igualmente con otras personas si son perros tipo PPP.

- Romper o morder mobiliario u cableado. Este último podría ser peligroso porque se podría electrocutar. Habituarlo a un bozal podría ser una solución y esconder los cables adecuadamente podría ser otra solución aparte de evitar tropiezos accidentales.

- Ser atropellado. La mayoría de oficinas se encuentran en poligonos industriales los cuales pasan vehículos de gran tonelaje y otros vehículos y podrían ser mortalmente atropellados si se nos escapan. Los arneses y collares reflectantes deberían ser una buena opción para que los conductores vean a nuestro perro.

- Lloriqueos y ladridos. Algunos perros podrían aburrirse y molestar al propietario u otros empleados mientras están trabajando para reclamar algo de atención para jugar u si han escuchado algo extraño.




- Habilitar un área de juego para nuestras mascotas para que puedan jugar entre ellos sin molestar al resto. Habría que tener a alguien pendiente por si pasara algo o se hiciera sus necesidades.

- Habilitar un área de descanso para nuestras mascotas donde pueda descansar mientras nosotros trabajamos dentro de jaulas metálicas plegables. Lo mejor es que sea en una zona donde no nos vea y esté tranquilo para evitar que llore o ladre.

- Hacerse sus necesidades dentro de la oficina. Sobretodo los machos que tienden a marcar su territorio con la orina deteriorando el mobiliario u equipos informaticos. No es bueno ni recomendable, por muy cuqui que nos parezca, traerse cachorros a la oficina porque ni su vejiga ni el tracto digestivo es capaz de aguantarse sin hacerse sus necesidades aparte de las vacunas.




- Establecer unos horarios flexibles para sacar a nuestro perro a hacer sus necesidades. Hay que mantener una rutina diaria y eso podría ser incompatible si tenemos entre manos un proyecto importante que realizar en breve tiempo. Tendríamos que pedirle a un compañero que nos haga el favor de sacar al perro por nosotros para terminar lo que estamos haciendo.



Si finalmente vuestra empresa decide que es bueno tener a vuestras mascotas al lado, hay que tener en cuenta todo lo anterior para evitar generar conflictos o disminuir el rendimiento en el trabajador. La presencia de un adiestrador, para corregir conductas indeseables en el trabajo durante una hora, es una buena idea aparte de fomentar las relaciones de compañerismo y solidaridad entre los que tienen o no perro.

Bajo mi experiencia, el cual tengo perro, suelo llevarlo el viernes por la tarde para que esté conmigo un rato pero nunca me lo he traído todos los días porque también es estresante para el animal.

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