Educa a tu perro sin collares de ahorque

Los collares de ahorque son contraproducentes para usarlos constantemente para corregir conductas inapropiadas en los perros. Los collares de ahorque solo los debería de usar una persona experimentada y que sirva para corregir conductas agresivas que puedan poner en riesgo a otro animal o a una persona y no en el caso que expondré como ejemplo basado en mi experiencia como propietaria de un animal.



Es muy habitual que los adiestradores lo utilicen pero, personalmente, no me parece la mejor opción puesto que en vez de corregir la conducta, la puede empeorar haciendo que el animal se venga abajo de animos y no seamos capaces de solucionar el problema.

En las manadas es habitual que entre ellos se corrijan a base de toques o con la voz y es lo que tiene que predominar a la hora de educar a nuestros perros.

PRIMERO CON LA VOZ Y DESPUÉS CON UNA ACCIÓN, NUNCA AL REVÉS.

No solo basta con un "SCHISS" o "NO" si no que debemos conocer los "puntos sensibles" de nuestro perro para corregir dicha conducta que suelen ser en la zona del cuello y el lateral de las patas traseras en la que simplemente, con dos dedos, damos un toque suave (no hacerle daño o darle un pellizco porque nos puede morder) para llamarle la atención y que no vuelva a hacer lo que estaba haciendo o bloquear con nuestro cuerpo con un rotundo "NO".

Esto no quiere decir que tengamos que "usar la zapatilla", que no me parece tampoco correcto, sino con intentar llamarle la atención o bloquear el paso es suficiente para que el animal entienda que no está bien lo que ha hecho.

Os pongo mi caso con mi perro. Mi perro tiene problemas en la calle de que se lo va comiendo todo y cuesta bastante mantener la atención con el perro puesto que, el cualquier despiste, el perro ya lo ha cogido y ya es tarde para corregirlo. Bastantes sustos me ha costado que lo he tenido que llevar en diversas ocasiones al veterinario.



Para corregir dicha conducta, tenemos que empezar en casa antes de extrapolarlo a la calle.

Lo primero que debemos hacer es coger un trozo de lo que más le llama la atención a la hora de comerselo en el suelo y poner un vaso de cristal transparente encima bocabajo, que no sea muy alto, para que el perro tenga una "barrera" a la hora de intentar trincar eso tan goloso.

Usamos su arnes habitual (NO COLLAR NI COLLAR DE AHORQUE) pero usando una correa de corta distancia y pasamos por al lado del vaso. Si el perro inclina o gira la cabeza al vaso o intenta abrir la boca, se corrige con un "NO" fuerte y se tira suavemente de la correa. 

Se hace esto varias veces hasta que el perro decida seguir su camino contigo e ignorar lo que hay en el suelo. Se le da un premio en la mano.

Después, se lo ponemos más "fácil" quitando el vaso, y volvemos a repetir la misma operación de pasar por al lado de lo "goloso". Si no lo coge, se premia. Si lo intenta coger, corregimos la trayectoria (le decimos "NO") dando media vuelta y volvemos a colocar el vaso encima hasta que entienda que no debe coger nada.

Ahora lo haremos suelto, primero con el vaso y después sin él premiandolo constantemente, y sin abusar de las chuches, para que, cuando esté en un parque por poner un ejemplo y lo queremos dejar suelto, que no rebusque en encontrar algo comestible.

Otra opción sería estando parados dejando caer lo goloso al suelo e inmediatamente decir "NO". Si no lo coge, se premia pero si lo coge sin que podamos corregirlo inmediatamente, no se premia. Si nos da tiempo a rectificar lo bloqueamos con la mano con un "NO" fuerte.

Otra opción sería llevarlo a una habitación. Lo dejamos encerrado un segundo. Escondemos dicha chuche que NO queremos que lo coja, pedimos a alguien que abra la puerta y lo llamamos desde otra habitación. La otra persona tiene que observar que no coja la chuche que has escondido previamente y que se dirige hacia ti. En caso de que lo intente, esta persona tiene que bloquear el paso y corregir con un "NO". Luego podeis cambiaros y que sea la otra persona quien lo llame. Esto podría hacerse como un juego. Si no funciona, teneis que empezar de cero con el vaso puesto.

Una vez echo esto en casa, es tiempo de ir a probarlo a la calle. Hacemos lo mismo pero con un vaso de plastico. Lo hacemos, eso sí en un sitio tranquilo que no pasen coches o en un parque para perros.

Si a la hora de pasear, el perro ya ha entendido y pasado por zonas probables de que la gente esconda venenos para perros, lo habrás conseguido. Si no es así, tendrás que repetir tantas veces como haga falta hasta que el perro se le quite la mania de comer cosas del suelo.

Todo esto, sin gastar ni un duro en adiestradores que lo unico que hacen es "cebar" al perro, usar collares de ahorque y no solucionando el problema; y teniendo paciencia y tiempo.

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