EDUCACION CANINA DESDE CACHORROS: Cómo corregir conductas indeseadas

A menudo solemos ser permisivos con nuestros perros dejandoles que se suban a las camas, a los sillones, a lo alto de las mesas u muebles, dejarles juguetes para que no se aburran, ponerse a dos patas para saludar a alguien de forma efusiva, en la cual mucha gente no le agrada, ladrar en exceso y salir corriendo a la calle y es un gran error que a la larga traerá consecuencias como puede ser la ansiedad por separación, ladridos, gruñidos, conductas destructivas, dominancia, denuncias entre ambas partes por molestias y lo que puede ser peor morder a alguien o atragantarse con algún trozo de juguete de forma accidental o ser atropellado.



No debemos de dejar que nuestro perro llegue a realizar este tipo de conductas en la cual la mayoría de la gente inexperta termina la relación con el animal abandonándolo en algún refugio o lo que es peor en la calle. Si no podemos, debemos acudir a un profesional si no mi consejo es que no adoptes a un perro si no sabes corregir conductas en ese mismo momento en el que está sucediendo.

Lo siguiente que quiero escribir aquí es una serie de consejos para practicar en casa para averiguar si somos nosotros capaces de corregir dicha conducta sin tener que rascarnos el bolsillo en un profesional.

1.- Subirse a las camas

Nos parecerá tierno y hemos leído y escuchado infinidad de veces que "fomenta" la unión entre hombre-perro (dormir con la manada) pero a continuación daré más detalles por el cual no es conveniente que duerma con nosotros en la cama.

Si tu perro se sube a la cama, no lo dejes puesto que no solo marcará la cama como su "territorio de descanso" sino que también puede acarrear problemas graves de salud hacia las personas debido a la suciedad, pulgas, garrapatas, acaros... que pueden generar alergias en las personas.

Si tu perro se pone muy agresivo (gruñe o ladra) y no quiere bajar, lo suyo es ponerse delante de él mirandole fijamente a su cara ya que indicará que tú eres el lider (posición de dominancia) y en silencio y que por tanto tiene que obedecer. Cuando este deje esa conducta agresiva, di "¡NO!" o "SCHISS", cogelo del collar suavemente y sacalo de la cama. 

Hazlo tantas veces como haga falta hasta que vea que tu cama es tuya y no es suya. Premialo cuando se quede tranquilo fuera de la cama. Haz que se tumbe en el suelo cuando esté tranquilo.

Sientate en la cama, haz que se siente toda la familia en ella pero si el perro vuelve otra vez, todos se quedan menos el lider que se levantará y volverá a indicarle que no está bien lo que está haciendo.

Lo suyo es que el perro duerma en una jaula aparte en una habitación solo (puede ser el lavadero o el salón). Enseñale a entrar y salir de ella premiandole y a quedarse dentro. Abandona la habitación. Ignora los lamentos y gemidos puesto que esto no es un castigo sino que debe acostumbrarse a estar en su sitio solo para dormir. Un truco es tapar la jaula con una toalla para generar un "cuarto oscuro" para que esté tranquilo y se eche a dormir aunque también si se complementa con un buen paseo, al final terminará en brazos de Morfeo y no se dará ni cuenta de que os habeis ido todos a la cama. Premialo por la mañana con una buena ración de achuchones.

2.- Subirse a los sofás o sillones.

Al menos que hayais hecho las paces cediendo algún sillón o sofá para él, no es muy recomendable, no solo por la suciedad y pelos generados, sino por el tema de las visitas ya que mucha gente no le agrada ver a un perro subido a un sofá o a un sillón.

Si tu perro se pone muy agresivo, hay que seguir los mismos pasos del punto anterior.

Lo suyo es comprar una colchoneta comoda o un canasto y acostumbrarlo a que se esté quieto mientras vemos la tele bien entretenido con los juguetes, algun hueso o simplemente descansando. Lo mejor es darle un buen paseo para cansarlo y premiarlo cuando vaya al lugar asignado.

3.- Subirse a las mesas

Es una manía que se puede corregir debido a la sobreexcitación. Es molesto sobretodo a la hora de comer porque podría comerse nuestra comida y enfermar accidentalmente.

Si tu perro es un glotón, ponemos en un plato pequeño un premio en la mesa. Si se sube, decimos "NO!" o "SCHIISS". Si no se sube y se tranquiliza, le damos el premio.

Otra opción es que, si vemos que nuestro perro empieza a sobreexcitarse, hay que ponerse delante de él entre la mesa y el perro y reafirmar nuestra posición de lider. Si el perro se va, premiamos... Si el perro intenta moverse hacia delante, decimos "NO!" o "SCHISSS"

4.- Dejar juguetes para que no se aburran

Pecamos de tontos si nos dicen que le dejemos juguetes porque así no nos destrozarán la casa. Muchos perros ignorarán el juguete y harán de las suyas por casa o lo reventarán con la posibilidad de que tengamos que acudir al veterinario de emergencia por atragantamiento con un trozo de juguete.

Si quereis dejar juguetes para que no se aburran, siempre tiene que haber un ojo puesto para retirarlo.

No compreis juguetes de los chinos puesto que los plásticos se rompen con facilidad y son tóxicos.

Si no queremos que rompan cosas en nuestra ausencia, lo suyo es dejarles en la jaula o parque con un hueso de piel de vaca bien duro para reducir la ansiedad por separación y mantenerlos entretenidos o darles un buen paseo para que estén tranquilos.

5.- Ponerse a dos patas para saludar.

Es otra de las conductas maniáticas por sobreexcitación. Nos parecerá muy bonito y que es muy cariñoso saludar efusivamente a la gente pero es un grave error porque no a toda las personas les parecerá tan "tierno" que le rompas los pantalones o le hagas daño con las uñas sobretodo a las personas de avanzada edad. ¿Lo haríamos nosotros saludando efusivamente a extraños y dando besos? Para otros perros significa dominancia y no es muy recomendable puesto que puede traer consecuencias accidentales o fatales a nuestra mascota como mordida de otro perro y peleas.

No fomentemos ni que el resto de personas del alrededor permitan que el perro tenga esa conducta. Ignora o corrige con un rotundo NO, girándote para darle la espalda e ignorándole evitará todo este tipo de problemas. Premiar cuando esté tranquilo.

6.- Ladrar en exceso

Ladrar no es malo porque fomenta la comunicación entre los perros para alertar de algo extraño que está sucediendo o va a suceder (visitas inesperadas, ladrones, terremotos...). Es malo cuando ya es en exceso ( y más si es por la ansiedad por separación) y es ahí cuando vienen los problemas con los vecinos los cuales realizan la pertinente denuncia y la posterior multa por exceso de ruidos. Muchos Ayuntamientos terminan por retirar al animal al propietario si este no hace caso a las denuncias. Un bozal no corrige esta conducta ni cortarle las cuerdas vocales porque es una salvajada.

Cuando tu perro va a ladrar o ladra, levántate y observa si pasa algo. Si no hay nada, grita "¡NO!" y mírale fijamente para comunicarle que no le gusta ese tipo de conducta. Repetir tantas veces como haga falta.

Un buen truco es retirarlo de la zona habitual donde ladra normalmente. Si tu perro ladra, por ejemplo, en la entrada de la casa, acércate a la entrada, di "NO" y llámalo. Llévale a un lugar distinto de la casa donde no pueda ver a gente ni oir a otros perros vecinos y entretenlo con un juguete como por ejemplo la cocina.

Si el problema es por la ansiedad por separación, cuando no estás en casa, es más complicado porque no podemos corregirlo a distancia desde nuestros trabajos o si estamos de viaje por un par de días. En ese caso, es mejor acudir a un profesional porque somos nosotros los culpables de haber creado ese problema aunque si podemos empezar el día dándole un buen paseo, seguramente no notará que nos hemos ido y se tranquilizará. Lo suyo es darle tres largos paseos a lo largo del día (1 h mínimo), todos los días y acudir a los parques para perros para disminuir esa excitación y socializar correctamente 

Siempre es mejor que un familiar o vecino de "confianza" tenga una llave para acudir a casa para calmarlo y evitar así confrontaciones con los vecinos. 

Si conseguimos que nuestro perro esté más calmado cuando lleguemos a casa o que los vecinos comenten que ya nuestro perro está más tranquilo y no ladra, es momento de premiarlo.

7.- Salir corriendo por la puerta

No permitas que tu perro pegue saltos en la puerta de la casa ni permitas que salga el primero puesto que podría salir, sin darnos cuenta si recibimos a alguien, y ser atropellado por un coche.

Primero lo haremos sujetando la correa. Nos pondremos entre la puerta y el animal mirando al perro primeramente. Si intenta avanzar, se corrige con un "NO". Ordena que se siente y esté quieto. Retrocede si es necesario.

Girate, voltea la llave una vez y gira la cabeza. Si se ha movido, corrige y retrocede. Repite tantas veces como haga falta hasta que puedas abrir la puerta.

Abre la puerta poco a poco. Si se mueve, corrige, cierra la puerta y retrocede.

Si consigues abrir la puerta y ves que tu perro está tranquilo esperando a que salgas, premia y sal por la puerta tranquilamente sin sobreexcitación diciendo "Vamos".

Ahora repite pero sin coger la correa dejándola en el suelo. 

Si consigues que tu perro se quede atrás esperando sin intentar escaparse mientras atiendes a alguien, premia efusivamente.

También se puede repetir esto mismo al entrar a casa.

Todo esto hay que hacerlo con calma realizando un planning cada semana para corregir dicha conducta indeseada y sobretodo paciencia.

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