Terminales de crucero del futuro
Ya hablamos hace tiempo de cómo podrían ser los cruceros del futuro y ahora quiero exponer mi opinión de cómo deberían de ser las terminales de crucero cara a la futura demanda de los megacruceros.
Actualmente, las terminales de crucero se están quedando obsoletas y pequeñas para albergar grandes cruceros de más de 4000 pasajeros a bordo generando un caos tremendo e incomodidad en los procesos de embarque y desembarque de pasajeros y equipaje. Los carros de equipaje están a la vista de todos y no queda muy bien porque parecería del tercer mundo.
En el proyecto de futuras terminales de cruceros, esto viene siendo una copia de los actuales complejos aeroportuarios donde los pasajeros acuden con sus maletas a las zonas de facturación donde dejan las maletas en las cintas automatizadas tras realizar la facturación de sus billetes bien por medio de personal de tierra o con máquinas automatizadas.
Estas maletas pasan por un control de seguridad y son distribuidas a los distintos carros de equipaje que se cargarán en los diferentes vuelos.
El pasajero solo tiene que dirigirse a las puertas de embarque pasando el control de seguridad y, en vuelos internacionales, el control de pasaportes.
El proceso de desembarque, las maletas pasan de nuevo por el control de seguridad y los pasajeros se dirigen a las cintas automatizadas donde aparecerá su vuelo en la pantalla de la cinta correspondiente.
Pues para los terminales de cruceros debería de ser así ya que las maletas deberían de estar mas bien en un área restringida más que las zonas de embarque y desembarque de las maletas puesto que habría más riesgo de robo o perdida de equipaje.
Para la entrega de equipaje, el pasajero, junto con la etiqueta del barco ya puesta, lo pondría en la cinta de equipajes y pasaría el control de seguridad la/s maleta/s. En caso de detectar alguna anomalía, se apartaría dicha maleta para un registro manual como ocurre en cualquier aeropuerto delante del propietario y se incautaría y confiscaría cualquier objeto peligroso que pueda poner en riesgo la seguridad en el crucero. El pasajero iría a la zona de embarque y pasaría tanto el control de seguridad como el de pasaportes si tiene ya en mano la tarjeta de embarque. Todo eso se podría realizar con máquinas automáticas tal cual están en el aeropuerto para agilizar el proceso de embarque a excepción del control de seguridad. El personal de tierra solo tendría que meter la/s maleta/s en el carro de la cubierta que le corresponde para agilizar la entrega del mismo en el camarote.
Las pantallas interactivas no solo servirían para información y gestión de reservas previas al crucero (como excursiones) sino que también permitiría sacar las etiquetas del barco si estas no están impresas bajo pago con tarjeta de crédito.
El sistema de reconocimiento facial no solamente permitiría reconocer la cara del pasajero sino que también haría el proceso de embarque mucho más eficiente y rápido. Para ello el pasajero pasará por el escaner el billete impreso o mediante el código de reserva y realizará el check in si este no lo ha hecho previamente en casa. Después se identificará con el pasaporte y el reconocimiento facial hará una fotografía que servirá de registro para las tarjetas del barco. Lo de entregar la tarjeta del barco, en el momento de la facturación, sería a criterio de la naviera. La identificación es individual. También habría un mostrador con personal de tierra en caso de incidencia.
Para la recogida de maletas, con tres cintas automáticas, es más que suficiente. En las pantallas se mostrarían el grupo de desembarque con la hora de entrega de equipaje. Por tanto no sería necesaria la presencia de personal de tierra para la clasificación y entrega de equipaje, sino que, al igual que en los aeropuertos, sería el mismo pasajero quien recoja la maleta. Las maletas permanecerían en la terminal de carga dentro de un carro de equipajes el cual, cuando el grupo de desembarque empiece a salir del crucero después de pasar el control de pasaportes, el personal de tierra puede empezar a descargar el carro para que pase por el control de seguridad para la entrega del equipaje. El riesgo de perdida o robo sería menor y el control de maletas mucho mayor. En caso de que nadie recoja la maleta o se detecte alguna anomalía, esta permanecería en deposito cerca de Aduanas.
La distribución en planta sería muy sencilla.
- En la planta baja:
1.- Lado derecho: La zona de facturación, información y entrega de equipajes
2.- Zona central: Hall principal y acceso a la planta primera para la zona de embarque
3.- Lado izquierdo: Sala de llegadas, aduanas y recogida de equipajes.
- En la planta superior: Zona de embarque, cafetería, tiendas y oficinas.
De esta forma aseguramos un diseño eficiente, funcional y moderno con líneas muy limpias.
Actualmente, las terminales de crucero se están quedando obsoletas y pequeñas para albergar grandes cruceros de más de 4000 pasajeros a bordo generando un caos tremendo e incomodidad en los procesos de embarque y desembarque de pasajeros y equipaje. Los carros de equipaje están a la vista de todos y no queda muy bien porque parecería del tercer mundo.
En el proyecto de futuras terminales de cruceros, esto viene siendo una copia de los actuales complejos aeroportuarios donde los pasajeros acuden con sus maletas a las zonas de facturación donde dejan las maletas en las cintas automatizadas tras realizar la facturación de sus billetes bien por medio de personal de tierra o con máquinas automatizadas.
Estas maletas pasan por un control de seguridad y son distribuidas a los distintos carros de equipaje que se cargarán en los diferentes vuelos.
El pasajero solo tiene que dirigirse a las puertas de embarque pasando el control de seguridad y, en vuelos internacionales, el control de pasaportes.
El proceso de desembarque, las maletas pasan de nuevo por el control de seguridad y los pasajeros se dirigen a las cintas automatizadas donde aparecerá su vuelo en la pantalla de la cinta correspondiente.
Pues para los terminales de cruceros debería de ser así ya que las maletas deberían de estar mas bien en un área restringida más que las zonas de embarque y desembarque de las maletas puesto que habría más riesgo de robo o perdida de equipaje.
Para la entrega de equipaje, el pasajero, junto con la etiqueta del barco ya puesta, lo pondría en la cinta de equipajes y pasaría el control de seguridad la/s maleta/s. En caso de detectar alguna anomalía, se apartaría dicha maleta para un registro manual como ocurre en cualquier aeropuerto delante del propietario y se incautaría y confiscaría cualquier objeto peligroso que pueda poner en riesgo la seguridad en el crucero. El pasajero iría a la zona de embarque y pasaría tanto el control de seguridad como el de pasaportes si tiene ya en mano la tarjeta de embarque. Todo eso se podría realizar con máquinas automáticas tal cual están en el aeropuerto para agilizar el proceso de embarque a excepción del control de seguridad. El personal de tierra solo tendría que meter la/s maleta/s en el carro de la cubierta que le corresponde para agilizar la entrega del mismo en el camarote.
Las pantallas interactivas no solo servirían para información y gestión de reservas previas al crucero (como excursiones) sino que también permitiría sacar las etiquetas del barco si estas no están impresas bajo pago con tarjeta de crédito.
El sistema de reconocimiento facial no solamente permitiría reconocer la cara del pasajero sino que también haría el proceso de embarque mucho más eficiente y rápido. Para ello el pasajero pasará por el escaner el billete impreso o mediante el código de reserva y realizará el check in si este no lo ha hecho previamente en casa. Después se identificará con el pasaporte y el reconocimiento facial hará una fotografía que servirá de registro para las tarjetas del barco. Lo de entregar la tarjeta del barco, en el momento de la facturación, sería a criterio de la naviera. La identificación es individual. También habría un mostrador con personal de tierra en caso de incidencia.
Para la recogida de maletas, con tres cintas automáticas, es más que suficiente. En las pantallas se mostrarían el grupo de desembarque con la hora de entrega de equipaje. Por tanto no sería necesaria la presencia de personal de tierra para la clasificación y entrega de equipaje, sino que, al igual que en los aeropuertos, sería el mismo pasajero quien recoja la maleta. Las maletas permanecerían en la terminal de carga dentro de un carro de equipajes el cual, cuando el grupo de desembarque empiece a salir del crucero después de pasar el control de pasaportes, el personal de tierra puede empezar a descargar el carro para que pase por el control de seguridad para la entrega del equipaje. El riesgo de perdida o robo sería menor y el control de maletas mucho mayor. En caso de que nadie recoja la maleta o se detecte alguna anomalía, esta permanecería en deposito cerca de Aduanas.
La distribución en planta sería muy sencilla.
- En la planta baja:
1.- Lado derecho: La zona de facturación, información y entrega de equipajes
2.- Zona central: Hall principal y acceso a la planta primera para la zona de embarque
3.- Lado izquierdo: Sala de llegadas, aduanas y recogida de equipajes.
- En la planta superior: Zona de embarque, cafetería, tiendas y oficinas.
De esta forma aseguramos un diseño eficiente, funcional y moderno con líneas muy limpias.
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